The Family Man | En el cine | Jentezen Franklin

Domingo 13 de julio



Introducción

A una elección de distancia

¿Se ha encontrado alguna vez en una encrucijada en la que una elección podía determinar todo su futuro?

En El hombre de familia, el pastor Jentezen Franklin nos lleva en un viaje a través de la vida de Jack, un hombre que una vez se alejó del amor y de un futuro lleno de familia, todo en pos de una carrera de alta potencia. Pero a través de una visión sobrenatural, Jack se encuentra cara a cara con lo que podría haber sido... y lo que todavía podría ser.

Esta historia no es sólo de Jack. Es la nuestra. Muchos de nosotros hemos tomado decisiones -algunas importantes, otras silenciosas- que han encauzado nuestras vidas en una dirección que nunca esperábamos. A veces, como Jack, perseguimos algo brillante, sólo para perdernos los acres de diamantes que Dios ya ha puesto en nuestras manos: familia, fe, propósito, paz.

Una sola elección puede cambiarlo todo. No porque sea dramática, sino porque nos realinea con la voluntad de Dios. Como dijo el pastor Jentezen: " Estás en la voluntad de Dios justo donde estás". La pregunta es: ¿lo verás?

  • ¿Qué decisión crucial has tomado que haya cambiado por completo el rumbo de tu vida? ¿Qué aprendió de ella?

A menudo perseguimos nuevas carreras, relaciones, posesiones o lugares, creyendo que nos aportarán la máxima satisfacción. Sin embargo, esta búsqueda de lo "mejor" puede cegarnos ante las bendiciones de nuestra realidad actual. Romanos 8:5 afirma:

"Los que viven según la carne tienen la mente puesta en lo que la carne desea; pero los que viven según el Espíritu tienen la mente puesta en lo que el Espíritu desea." (NVI)

Persiguiendo ideales mundanos corremos el riesgo de perdernos la provisión y el propósito de Dios allí donde estamos.

Proverbios 14:12-13 advierte:

"Hay un camino que parece correcto, pero al final conduce a la muerte. Incluso en la risa puede doler el corazón, y la alegría puede acabar en tristeza." (NVI)

Lo que parece correcto puede llevar al vacío, pero la verdadera satisfacción viene de alinearse con la voluntad de Dios y confiar en Su plan.

La historia de "Acres de diamantes" nos recuerda que Dios pone tesoros en nuestras circunstancias actuales. En lugar de buscar en otra parte, debemos cultivar las oportunidades, las relaciones y los recursos que nos rodean, confiando en la provisión suficiente de Dios.

Preguntas de reflexión:

  • Comparte alguna ocasión en la que hayas perseguido algo "mejor" (trabajo, relación, posesión, lugar) que no te llenó. ¿Qué aprendiste?
  • ¿Cómo distingue Romanos 8:5 entre la mentalidad mundana y la espiritual? ¿Qué pasos pueden reorientarnos hacia la voluntad de Dios?
  • ¿En qué parte de tu vida (trabajo, relaciones, comunidad) puede Dios haber colocado "diamantes" que estás pasando por alto? ¿Cómo puedes cultivarlos para Su gloria?

Aprovechar las pruebas como oportunidades

Nunca se nos prometió una vida fácil y tranquila en la tierra. Muchos en la iglesia creen erróneamente que seguir a Jesús asegura una existencia sin problemas. Santiago 1:2-4 nos instruye:

"Hermanos míos, cuando os enfrentéis a pruebas de todo tipo, considerad que es pura alegría, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce perseverancia. Dejad que la perseverancia termine su obra para que seáis maduros y completos, sin que os falte nada." (NVI)

Así como los padres enseñan a los niños a evitar peligros como una estufa caliente o cruzar una calle, nuestro Padre amoroso permite que las pruebas nos enseñen a esquivar las distracciones del enemigo. Puede que toquemos la "estufa" y nos quememos, pero la gracia de Dios nos cura. Las Escrituras muestran que la alegría requiere conocer el dolor, y la felicidad viene a través de experimentar el dolor. A través de las pruebas y de la gracia de Jesús, Dios nos moldea para que seamos Su creación.

  • ¿Puedes compartir alguna ocasión en la que la gracia de Dios te haya suavizado y moldeado a través de un desafío?

2 Corintios 9:8 afirma:

"Y Dios es capaz de hacer que sobreabunde en vosotros toda gracia, para que, teniendo siempre todo lo necesario, sobresalgáis en toda buena obra." (CSB)

Dios provee generosamente a nuestras necesidades, no a nuestros deseos, como hizo con los israelitas. Él concede el favor a través de la intervención divina, de otras personas o de nuestros propios esfuerzos. Dios influye activamente en cualquier situación, capacitándonos para hacer el bien. A cambio, nos llama a dar generosamente a los necesitados, reflejando Su amor.

  • ¿Cómo has visto a Dios suplir tus necesidades y cómo puedes retribuir a los demás?

Elegir la gratitud y la obediencia

En la película El padre de familia (2000), Jack Campbell vive un sueño, al menos según los estándares del mundo. Es rico, poderoso e independiente. Pero cuando, de forma sobrenatural, vislumbra una vida diferente -una vida en la que eligió el amor, la familia y el sacrificio por encima de la ambición-, empieza a ver que la plenitud no se encuentra en las posesiones o los logros, sino en la presencia, el propósito y el amor. Al principio, Jack se resiente de esta nueva realidad. Es sucia, incómoda y nada glamurosa. Pero con el tiempo, la gratitud empieza a arraigar. Lo que antes veía como un desvío se convierte en una revelación de lo que realmente importa. Y cuando le arrebatan esa versión de la vida, ya no es el mismo hombre. Su corazón ha pasado del éxito egoísta a la obediencia y el agradecimiento desinteresados.

Este cambio refleja una verdad más profunda que se encuentra en las Escrituras. Hebreos 13:5 dice:

"No améis el dinero y contentaos con lo que tenéis, porque Dios os ha dicho: 'Nunca os dejaré, nunca os abandonaré'". (NVI)

El tipo de satisfacción que Jack descubre en última instancia es el que proviene no de las circunstancias, sino de saber que estás caminando en la vida que estabas destinado a vivir. Para nosotros, como creyentes, esta vida está marcada por la obediencia a Dios y la gratitud por Su presencia. La gratitud no significa conformarse o pretender que todo es perfecto, sino elegir ver la mano de Dios en el presente, confiando en que Su plan es mejor que el nuestro.

Pablo escribe en 1 Tesalonicenses 5:18:

"Den gracias en toda circunstancia; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús". (NVI)

Ese tipo de agradecimiento es contracultural. En un mundo que dice "consigue más", Jesús nos invita a dar gracias por lo que ya tenemos. La gratitud convierte los días ordinarios en momentos santos. Y la obediencia, incluso cuando nos cuesta algo, abre la puerta para que el gran propósito de Dios se despliegue en nuestras vidas.

Hebreos 9:27 nos recuerda que la vida es corta:"Así como las personas están destinadas a morir una vez, y después de eso enfrentar el juicio..." No tenemos otra oportunidad ni segundas versiones como Jack. Por eso el día de hoy es sagrado. Nos llama a vivir plenamente el presente, a amar bien y a obedecer a Dios ahora, no algún día. Puede que no siempre entendamos la estación en la que estamos, pero podemos confiar en Aquel que nos puso en ella.

  • Al igual que Jack, ¿alguna vez te ha molestado el lugar en el que Dios te colocó, para luego darte cuenta de que era un regalo?
  • ¿Qué cambiaría en tu corazón si empezaras a dar gracias de verdad a Dios por el lugar en el que te encuentras ahora mismo?
  • ¿Hay algún área en la que sientes que Dios te está pidiendo una obediencia que te parece costosa o inconveniente? ¿Qué podría estar tratando de mostrarte a través de eso?
  • Si Dios te mostrara el impacto de tus elecciones -como lo hizo con Jack- ¿qué verías? Y lo que es más importante, ¿qué querrías ver?

Conclusión

Al final de la película, los ojos de Jack se abren, no sólo a una vida diferente, sino a lo que realmente importa: el amor, la familia, la presencia y el propósito. El pastor Jentezen nos recuerda que la vida no consiste en los glamurosos "y si...", sino en estar presentes en las bendiciones que a menudo pasamos por alto.

No se nos promete una segunda oportunidad. "Tienes una vida", dijo, "vívela con los ojos bien abiertos". No pierdas tu momento esperando que llegue algo más emocionante. El milagro que esperas puede estar ya en tu casa, en tu iglesia, en tus relaciones... ahora mismo.

Así que hoy, haz una pausa. Pide a Dios que abra tus ojos, como hizo David en el Salmo 119:18: "Abre mis ojos para que vea cosas maravillosas..."

  • ¿En qué momento de tu vida sientes que Dios te dice: "Quédate. Mira otra vez. Los diamantes están aquí"? ¿Cómo puedes estar más presente en esa área esta semana?

Recursos

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