EL AYUNO - DÍA 1

Domingo 5 de enero



Esdras 8:23 (NVI)
"Así que ayunamos y oramos fervientemente para que nuestro Dios cuidara de nosotros, y Él escuchó nuestra oración."
Devoción

Al entrar en un nuevo año, no hay mejor manera de alinear nuestros corazones con los propósitos de Dios que a través de la oración y el ayuno. Esta disciplina espiritual no consiste simplemente en abstenerse de comer, sino en deleitarse con la presencia de Dios, buscar Su rostro e invitar Su poder a cada área de nuestras vidas.   
 
El ayuno agudiza nuestra sensibilidad espiritual y refuerza nuestra dependencia de Dios. Al negarnos el sustento físico, dejamos espacio para que la Palabra y la presencia de Dios nutran nuestro espíritu y, a su vez, influyan en nuestro bienestar natural. Ese es el poder milagroso de la oración y el ayuno.  
 
Inspirémonos en las siguientes personas de las Escrituras que experimentaron este poder: 
 
  1. Esdras y el viaje a Jerusalén (Esdras 8:21-23): Esdras guió a los israelitas en ayuno para buscar la protección de Dios en su viaje a Jerusalén. Dios respondió concediéndoles seguridad y éxito. 
  2. El ayuno de Ester para la liberación (Ester 4:16): Ante la aniquilación de su pueblo, la reina Ester pidió un ayuno de tres días antes de acercarse al rey. Dios le concedió su favor, y su audacia salvó al pueblo judío.
  3. El ayuno de liberación de Josafat (2 Crónicas 20:3-4): Enfrentado a un enorme ejército enemigo, el rey Josafat convocó un ayuno en todo Judá. Cuando el pueblo buscó a Dios, Él los liberó milagrosamente al volver a sus enemigos unos contra otros. 
  4. El ayuno de Jesús antes de su ministerio (Mateo 4:1-11): Antes de comenzar su ministerio, Jesús ayunó durante 40 días en el desierto. Durante este tiempo, venció la tentación y emergió en el poder del Espíritu Santo, listo para cumplir su misión.   
 
Estos ejemplos nos recuerdan que el ayuno nos fortalece para afrontar los retos y nos prepara para nuevos capítulos. Es una declaración de gran confianza en el Dios que responde a la oración.  
  
Este año, comprométete a 21 días de oración y ayuno mientras dedicamos 2025 al Señor. Juntos, busquemos Su guía, intercedamos por nuestras familias y alineemos nuestros corazones con Su voluntad.

Oración de hoy

Querido Padre Celestial,
Al comenzar este año, te dedicamos nuestras vidas a través de la oración y el ayuno. Acércanos a Ti, fortalécenos en todas las áreas y alinea nuestros corazones con Tu voluntad. Que caminemos en Tu poder y cumplamos Tu propósito para nuestras vidas. En el Nombre de Jesús, oramos. Amén.  

Aplíquelo hoy mismo

Elige tu enfoque de ayuno y escribe oraciones específicas para estos 21 días. Comprométete a pasar más tiempo en la Palabra y en la oración, permitiendo que Dios te hable durante este tiempo.

Recursos:

  • Hagamos de 2025 el año en que nuestra búsqueda de Dios se profundice como nunca antes. Únete al ayuno. 
  • Anímese al embarcarse en este viaje de 21 días de oración y ayuno, mientras ve este mensaje, "Ayunar - El Poder de Hacer Lo Invisible".
  • Lectura del Nuevo Testamento: Lectura de hoy - Mateo 1-10.