La fuerza en tres cabos

Domingo 31 de agosto

Eclesiastés 4:9-12 (NVI)
Más valen dos que uno, porque su trabajo es bien remunerado: Si alguno de ellos cae, uno puede ayudar al otro a levantarse. Pero compadézcanse de quien cae y no tiene quien lo levante. Además, si dos se acuestan juntos, se mantendrán calientes. Pero, ¿cómo puede calentarse uno solo? Aunque a uno le dominen, dos pueden defenderse. Una cuerda de tres cabos no se rompe rápidamente.


Devoción

Eclesiastés 4:9-12 nos recuerda: "Dos son mejor que uno... si alguno de ellos cae, uno puede ayudar al otro a levantarse". Este pasaje se hace eco de la llamada del sermón a "encajar" en el cuerpo de Cristo. Así como un rompecabezas está incompleto sin cada pieza, la iglesia prospera cuando cada miembro encuentra su encaje, conectado en unidad y propósito.

El sermón, basado en Efesios 2:11-22, subraya que los creyentes, antes extranjeros, están ahora unidos por la sangre de Cristo a la familia de Dios. El Eclesiastés refuerza esta idea: no estamos hechos para caminar solos. Una brasa solitaria se apaga, pero juntos ardemos con fuerza, reflejando la gloria de Dios. El pasaje destaca tres bendiciones de la conexión: recompensa por el trabajo, alivio en las tormentas y restauración tras el fracaso. Cuando encajamos en la Iglesia, encontramos protección y fortaleza, pues "una cuerda de tres cabos no se rompe pronto".

El servicio y la unidad, como exhorta el sermón, amplifican nuestro propósito. Al igual que un equipo de fútbol con diversos roles pero un objetivo, la iglesia avanza el evangelio cuando abrazamos nuestros llamados únicos. Rechacemos el aislamiento, conectémonos intencionadamente y sirvámonos los unos a los otros con amor, confiando en que Dios nos entreteja en su templo sagrado, donde nuestra fuerza colectiva le glorifique y llegue a los perdidos.


Oración de hoy

Querido Padre Celestial,
Gracias por Tus preciosas promesas sobre la fuerza de dos o tres de acuerdo haciendo lo que es correcto. ¿Por qué tan a menudo quiero que otros se unan a mi visión de lo correcto? Oh, Jesús, ¡estoy tan ciego! Abre mis ojos para servir y apoyar a mis hermanos y hermanas, uniéndome a ellos como segundo o tercer bando cuando están solos en lo que es correcto. En el nombre de Jesús, te lo ruego. Amén.

Aplíquelo hoy mismo

Servir al Señor con una o dos personas es poderoso, pero limitado. Hasta el león joven se cansa, pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas (Isaías 40:31). Cuando dos o tres personas se reúnen en el nombre de Jesús, Él promete estar con ustedes (Mateo 18:20). Rezad juntos con regularidad sobre vuestro servicio al Señor, ya sea en el matrimonio, en el lugar de trabajo o en la comunidad.

Recursos

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