Apartado
Sábado 4 de enero
2 Reyes 22:1-2 (NVI)
"Josías tenía ocho años cuando llegó a ser rey, y reinó en Jerusalén treinta y un años. Su madre se llamaba Yedida, hija de Adaías, y era de Boscat. Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR y siguió completamente los caminos de su padre David, sin desviarse ni a derecha ni a izquierda."
Devoción
Si hay un deseo de la unción de Dios, el favor y la protección sobre la vida de uno, hay una manera que es correcta a los ojos del Señor - se llama consagración. Cuando un individuo se aparta para caminar en los caminos del Señor, en lugar de los caminos del mundo, el Señor toma nota.
Josías, un joven rey de ocho años, decidió que los malos caminos de su padre no eran para él. En su lugar, eligió temer al Señor, como hizo su antepasado David, sin desviarse ni a derecha ni a izquierda. Se puede decir que la vida de Josías honró a Dios. Esto lo salvó en el futuro. Porque cuando se proclamó el juicio de Dios sobre la tierra, le llegó esta palabra: "... porque tu corazón fue tierno, y te humillaste ante el Señor, cuando oíste lo que yo hablé contra este lugar... rasgaste tus vestidos y lloraste ante mí, yo también te he oído, dice el Señor... serás recogido a tu tumba en paz y tus ojos no verán toda la calamidad que yo traeré sobre este lugar". (2 Reyes 22:19,20) Josías obtuvo el favor de Dios y se le perdonó la vida.
Dios busca a los puros de corazón, porque ellos le verán (verán Su corazón). (Mateo 5:8) Cuando un individuo elige perseguir lo que es correcto ante los ojos del Señor; cuando él/ella comienza a querer lo que Él quiere, sus deseos se vuelven uno con el Señor. (Salmo 37:4)
Es este vaso consagrado el que es uno de honor, apto para el uso del Maestro. (2 Timoteo 2:20-22)
No hay atajos. Una vida ungida es una vida consagrada. Hay momentos en que uno se levantará contra la corriente de este mundo y sus ideologías. Pero cuando un individuo hace lo que es correcto y bueno ante el Señor, Dios honrará esa vida. Le irá bien. (Deuteronomio 6:18)
Jesús dijo: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y difícil el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran." (Mateo 7:13,14)
Sé de los pocos.
Oración de hoy
Querido Padre Celestial,
Te alabo y te honro por Quien eres y por el amor que me tienes a mí y a los que amo. Siempre me has sido fiel, incluso cuando no te he correspondido. Hoy vengo a Ti y te pido que ablandes mi corazón hacia Ti y hacia Tus caminos y que hagas mi corazón flexible para que pueda llorar y arrepentirme de lo que te hace llorar. Te lo pido en el Nombre de Jesús. Amén.
Aplíquelo hoy mismo
Hay algo acerca de llorar en arrepentimiento delante de nuestro Padre Celestial que hace al corazón suave, flexible, y tierno hacia El. Cualquier cosa que sea un obstáculo en su caminar con El puede ser liberado cuando usted lo libera a El en arrepentimiento quebrantado.
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