Coronados para la adoración
Domingo 9 de febrero
Apocalipsis 4:4 (NVI)
"Alrededor del trono había otros veinticuatro tronos, y sentados en ellos veinticuatro ancianos. Estaban vestidos de blanco y tenían coronas de oro en la cabeza".
Devoción
El cielo es un lugar de adoración incesante. En la visión de Juan, los veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y coronados de oro, se sientan en presencia del trono de Dios. Pocos versículos después, los vemos depositando sus coronas ante Él, declarando Su dignidad (Apocalipsis 4:10-11). Esta es una hermosa imagen de entrega y devoción completas, que comienza aquí en la tierra.
Fuimos creados para adorar. La adoración es más que una canción que cantamos los domingos; es un estilo de vida de honrar a Dios en todo lo que hacemos. Ya sea en nuestro trabajo, en nuestras relaciones o en nuestras rutinas diarias, nuestros corazones deben estar orientados hacia Él. Hacer de Él el centro de nuestras vidas ahora nos prepara para la adoración eterna que experimentaremos en Su presencia.
Si los ancianos, revestidos de gloria, aún arrojan sus coronas ante el Señor, ¿cuánto más deberíamos hacerlo nosotros? Cada logro, bendición y posesión que tenemos debe ser puesta a Sus pies en adoración. Sólo Él es digno. Cuando fijamos nuestros corazones en la adoración, nos adentramos en el propósito para el que fuimos creados, ahora y siempre.
Oración de hoy
Querido Padre Celestial,
Tú eres digno de todo honor y alabanza. Pongo ante Ti mis deseos, mi familia, mis relaciones, mis planes y mis logros. Que mi vida refleje un corazón de adoración, no sólo en los momentos de canto, sino en cada decisión y acción. Enséñame a vivir pensando en la eternidad, siempre centrado en Ti. En el Nombre de Jesús te lo ruego, Amén.
Aplíquelo hoy mismo
¿Está Cristo en el centro de tus pensamientos, decisiones y prioridades? Haz de la adoración una práctica diaria, no sólo en la música, sino en tu forma de vivir. Ofrécele tu tiempo, tus dones y tus recursos como un acto de adoración.
Recursos: