Antes de llamar, él responde

Viernes 25 de julio

Isaías 65:24 (NVI)
"Antes de que llamen, responderé; mientras aún estén hablando, escucharé".
Devoción

¿Te has encontrado alguna vez rezando por algo tan profundamente que sientes como si cada fibra de tu ser estuviera clamando a Dios? En Isaías 65:24, Dios nos recuerda que Su cuidado por nosotros va más allá de nuestras palabras. Promete responder incluso antes de que le llamemos, una declaración de su fidelidad y de su profundo conocimiento de nuestras necesidades.

La película León refleja maravillosamente esta verdad a través de la historia de Saroo. Aunque Saroo ni siquiera sabía cómo pedir ayuda en los primeros años de su viaje, el deseo en su corazón de ser restaurado era como una plegaria tácita. Décadas más tarde, en circunstancias extraordinarias, Saroo se reúne con su madre biológica, un reencuentro que parece orquestado por la mano de Dios.

Del mismo modo, Dios conoce perfectamente nuestros anhelos no expresados. Antes de que nuestros labios pronuncien las palabras, Él escucha el gemido de nuestros corazones (Romanos 8:26-27). Al igual que en el viaje de Saroo a casa, Dios actúa de maneras que quizá no veamos o no comprendamos para hacer realidad sus planes para nosotros.

La Escritura de hoy nos invita a confiar en el tiempo y la fidelidad de Dios. Él ya está trabajando en las respuestas a las oraciones que ni siquiera hemos pensado en rezar todavía. Cuando nos sentimos perdidos, olvidados o inseguros sobre el futuro, podemos consolarnos sabiendo que Dios va varios pasos por delante, tejiendo nuestra historia para su gloria y nuestro bien.

Oración de hoy

Querido Padre Celestial,
Gracias porque me conoces tan íntimamente que respondes incluso antes de que llame. Ayúdame a descansar en Tu fidelidad, incluso cuando no veo el panorama completo. Confío en que Tú estás trabajando entre bastidores en mi vida, alineando todo para mi bien. Fortalece mi fe para esperar en Ti y creer que Tus respuestas siempre llegan a tiempo. En el Nombre de Jesús, te lo ruego. Amén.
 
Aplíquelo hoy mismo

Piensa en un profundo anhelo de tu corazón que no has sido capaz de expresar con palabras. Dedica hoy un tiempo simplemente a sentarte ante Dios, confiando en que Él ya lo sabe y está obrando.

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